EL VALOR DE UN AMIGO
- Mimi Panayotti
- 14 mar 2022
- 2 Min. de lectura
“Un amigo puede compararse como la obra maestra de la las amistades!” Addison Mizner. “Cuando amamos, servimos; cuando servimos, se puede decir que somos indispensables. Así es que ningún hombre es inútil mientras tiene un amigo”. Robert Stevenson. “La amistad, como la sombra vespertina, se ensancha en el océano de la vida”. Jean La Fontaine. “Lo que es tuyo es mío, y lo que es mío es tuyo”. Platón. “Anda despacio cuando escojas a tus amigos; pero cuando los tengas mantente firme y constante”. Sócrates. “La verdadera amistad es una planta que crece despaciosamente, y debe resistir los azotes de la adversidad para poder dar buenos frutos”. G. Washington. “La prosperidad hace amistades y la adversidad las prueba”. Anónimo. “Los animales son buenos amigos, no hacen preguntas y tampoco critican”. George Eliot. “La madera vieja quema mejor, el caballo viejo es mejor para montar, los viejos libros nos deleitan más, el vino añejo sabe mejor, así son los viejos amigos en que podemos confiar”. Leonard Wright. “Si en algo tienes tu reputación, procura que tus compañeros sean personas distinguidas, pues vale más estar sólo que mal acompañado”. G. Washington. Más que definirla, la amistad, para comprenderla, para conocerla, hay que edificarla, construirla paso a paso y nunca se termina. Siempre estamos estrechando esta relación con el mismo amigo o los mismos amigos. naturaleza”. Ralph Emerson. “El cielo nos da los familiares: ¡Gracias a Dios que podemos escoger
No es un puro sentimiento romántico que nos sale del alma espon- táneamente y nos hace amar a aquella persona. La amistad es una experiencia vital a la que se llega trabajosamente. La amistad es darse y para ello hay que poseerse. Según A. Alais eso no es nada fácil. Es alumbrar una nueva realidad: el “nosotros”, pero esta realidad no puede nacer sin dolor, sin muerte, sin desasimiento. La amistad es amarse en reciprocidad y amar es morir a sí mismo. Es olvidarse de sí mismo. El milagro de la amistad es posible cuando hay una incondicional reciprocidad, cuando hay una mutua efusión oblativa de las personas, cuando hay un amor correspondiente, cuando se dice desde el corazón “soy tuyo”, cuando hay una radical disponibilidad, cuando hay confianza y confidencia. No hay habitaciones cerradas ni cajas fuertes con llaves, ni armarios con documentos reservados, la persona está abierta de par en par. Esto hace de la amistad algo embriagador, incomparable, maravilloso, luminoso. No se puede vivir sin ella, es una de las necesidades vitales, como el alimento de la vida afectiva. La amistad ensancha, pone en camino para salvar al mundo, abre al mundo para comunicar el gozo, para que todos los hombres se relacionen y descubran el misterio de la intercomunicación en el amor. La amistad es como un conocimiento anticipado del cielo. Dios quiere nuestra alegría. Empecemos ya a vivir esa alegría experimentando la verdadera amistad... Octubre 2011.
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