UNA COMBINACIÓN FATAL
- Mimi Panayotti
- 7 nov 2021
- 3 Min. de lectura
“El vino hace insolente al hombre; las bebidas fuertes lo alborotan;
bajo sus efectos nadie actúa sabiamente”. Prov. 20:1
El alcohol es la droga que los jóvenes más seleccionan. El alcohol es,
en efecto, la principal causa de muerte entre los jóvenes. En la actualidad
el alcohol es el problema número uno de muerte entre los jóvenes.
Cada año mueren 10 000 personas entre 16 y 24 años de edad, en
accidentes relacionados con el alcohol. La juventud y el alcohol hacen
una combinación fatal, mortal.
Entre las edades de 13 y 24 años más de 8000 personas mueren
anualmente en accidentes automovilísticos por causa del alcohol. Los
choferes entre las edades de 16 y 24 años representan sólo un 20%
de todos los choferes pero cuentan por el 40% de todos los accidentes
donde el alcohol está envuelto.
Según los Cristóforos, “un estudio sobre el suicidio en adolescentes
demostró que 46% de ellos había bebido antes de quitarse la vida”.
En una encuesta realizada con 65 000 estudiantes se encontró que
75% de los estudiantes de último año de secundaria beben.
Los jóvenes que toman son expuestos a la bebida alrededor de los
12 años, a menudo por sus propios padres.
Cuatro de cada diez estudiantes de sexto grado de primaria dijeron
haber sido persuadidos por otros estudiantes a usar alcohol u otra
droga.
¿Qué es el alcohol?... Es una droga, un depresivo que afecta el sistema
nervioso central. Daña la capacidad de juzgar y de coordinar. El in-
grediente en el vino, la cerveza y el licor, encargado de modificar el
estado de ánimo, es llamado una droga “iniciadora” porque a menudo
su uso precede y, frecuentemente, lleva al uso de otras drogas.
¿Qué es el alcoholismo? Es una enfermedad crónica, progresiva y
potencialmente fatal que se caracteriza por dependencia psicológica
del alcohol y daños al cerebro, al hígado y a otras partes del cuerpo
humano.
Generalmente, el alcoholismo es beber repetitivamente causando pro-
blemas en la vida profesional y familiar del alcohólico. La enfermedad
puede sanar únicamente a través de la abstinencia total. Una vez abs-
temio, la mayoría de alcohólicos son capaces de recobrarse de los
daños causados por la bebida.
Una persona no tiene que ser alcohólica para tener problemas con el
alcohol. Problemas serios de salud pueden ocurrir antes de que el
bebedor alcance la etapa de dependencia o uso crónico.
De acuerdo a la Cámara Nacional de Información de Alcohol y Dro-
gas, la más peligrosa e inmediata consecuencia del uso del alcohol por
los jóvenes es que, al parecer, produce y justifica un comportamiento
desinhibido. El alcohol está asociado con un falso sentido de confianza
e invulnerabilidad, que a menudo lleva a descuidar la salud, la seguridad
y el bienestar propio y de otros. Un comportamiento desinhibido la
mayoría de las veces conlleva a traumas emocionales, heridas o muerte.
Para ayudar a los jóvenes a manejar apropiadamente el problema
del alcohol, los adultos, además del buen ejemplo, deben hacer lo
siguiente:
a) Consiga información adecuada sobre el alcohol y sus efectos, es-
pecialmente en los jóvenes. Un adulto conocedor por lo menos asegura
que será oído.
b) Hable a los adolescentes bajo su responsabilidad
sobre el alcohol. Escúchelos y anímelos a que soliciten sus consejos.
c) Realce la autoestima de los jóvenes. Estudios demuestran que los
que tienen problemas con el alcohol se respetan poco. d) Dé valores a
los hijos que les refuercen las bases para tomar decisiones inteligentes
sobre el beber.
e) Enseñe a los muchachos a prever las consecuencias
de sus acciones y cómo enfrentarlas.
f) Provea supervisión adecuada
cuando se indique.
g) Dé a los jóvenes respuestas para cuando enfrenten
las presiones de sus compañeros. ‘Sólo diga no’ es un buen lema,
pero ellos necesitan un arsenal de respuestas apropiadas para enfrentar
a las invitaciones peligrosas como ‘sólo toma un traguito’ o ‘sé igual a
los demás’.”
Agosto, 1999.
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