Las almas hacían fila y esperaban su destino en la tierra. Ninguna conocía aún la hora y el lugar de su nacimiento. Todo se dejaba a la suerte en la rifa. Dios no favorecía a ninguna de los trillones de trillones de ellas. Todas eran iguales ante sus ojos. Una vez creada la humanidad se dejaba que escogiera libremente y trazara su propio curso a través de todos los tiempos. Yo estuve en fila por lo que me pareció una eternidad, pasando los siglos y observando los sucesos acontecer en aquel pequeño y brillante planeta. “Oh, los humanos son verdaderamente estúpidos. Los preciosos momentos que desperdician. ¡Desperdician la vida! Si sólo supieran la singularidad de su existencia. ¡Si solamente las probabilidades de la concepción, que son incalculables, no digamos el nacer!” “Esa espera es infructuosa, ¿no es cierto? En los billones de años que llevo haciendo fila, personalmente nunca he conocido una alma que se hiciera humana. A quien quiero engañar... estoy destinado a sacar la tarjeta rosada. No la alcanzaste y eso será todo”. La fila comenzó a moverse más rápido. ¿Qué pasa? Ah, la Edad Media comienza a pasar. Eso lo explica todo. Muchos esfuerzos son necesarios para aumentar la población después de todas aquellas plagas y cruzadas. Oh, mi pobre África. Y este Napoleón, ¡qué desastre! Quizás aún nazca yo como europeo. Ya lo perdí. Me acerco a la marca del 2000... l9l5, l8, ay hombre, gran repoblación se avecina”. De repente llaman mi número. Me pongo a la cabeza de la fila. Oigo un billón de voces gritar al unísono... “Rómpete una pierna, esperamos que triunfes”. Me acerco al portón. El ángel me mira y... sonríe. “Congratulaciones, tu tarjeta es azul. Toda la información está al reverso. Anda. Disfruta una vida maravillosa”. No lo podía creer. ¡Era azul! Azul te digo. ¡Qué alma tan afortunada! .Me saqué el premio mayor. Me hubiera conformado con la tarjeta verde y nacer. Por lo menos hubiese tenido nueve meses. O aun con la tarjeta anaranjada y la concepción. Una honorable introducción a la vida no es mala, después de todo. Si no hubiese nacido, habría emprendido la retirada contenta. ¡Pero la tarjeta azul, eso significa nacer y una vida larga! Le di vuelta a la tarjeta y comencé a leer. “Muy bien, aquí dice que seré concebido en Abril de l934 y naceré el l3 de Diciembre en una ciudad llamada Tegucigalpa, en un país llamado Honduras. Muy interesante. No hay muchos hondureños en el mundo, si mal no recuerdo. No más que un par de millones en total. Eso me hará un poco especial. Veamos, mis padres serán “Marcial Cáceres” y “Francisca Rivas de Cáceres”. Un médico él. Hombre trabajador e inteligente. Y ella, una dama cariñosa y correcta. Una pareja de padres que me amarán y cuidarán hasta que me pueda ajustar al medio. Seré debidamente alimentado, protegido y educado. Humm... infinitamente justo. O injusto, supongo, dependiendo del lado que se vea. Tendré una familia. Y seré de la clase media alta para colmo. Gran ventaja. Especialmente en el Tercer Mundo. No me tendré que preocupar por solamente sobrevivir”. “Ahora, veamos, género, género... siiiiii. ¡Seré varón! Eso hará más fácil la vida. Color de piel, color de piel, siiiii. ¡Seré de la raza blanca! Eso hará más fácil la vida. Hmm, y tampoco seré feo. Sano, intacto. Nombre, nombre... cómo me llamaré... Hmm, ‘Marco, Marco Antonio’. Sí, suena como un buen nombre. Marco Antonio Cáceres. Suena bien, fluye. Historia, historia... si, este nombre tiene cierta historia. Nombre de un apóstol y un explorador. Algo de lo que se debe estar orgulloso. No puedo encontrar referencia del apellido... aparte de ser una vieja ciudad en España”. “Hmm, ¡Español! Así que con ese idioma me comunicaré. Me pregunto, ¿si será muy hablado? Aquí dice, ‘España, todos los países de América Latina, el Sur de los Estados Unidos. Eso suma por lo menos cien millones de personas. Inglés o chino hubiesen sido más útiles. Está bien. Pudo haber sido aborigen. Por lo menos está basado en el Latín. Eso será muy útil”. “Veamos, ¿en qué clase de lugar estaré naciendo? Honduras, l934, 34, 34, Honduras. Aquí vamos, oh, oh... país muy pobre, gobernado por Tiburcio Carías Andino, quien se hace dictador después en el poder. Malo. Interesante, no obstante. Dice que Carías no era tan malo, en comparación a otros. Ese personaje Khan... ese si era un verdadero bruto. Aparentemente le proporcionó cierta estabilidad al país. Bueno, creo que hay peores, Alemania no es muy atrayente en estos tiempos. Pobres judíos. Uy, ¡eso se puede poner feo! Religión, religión... ‘Católica’. Seré Católico. A los Católicos les va bien en Honduras. Muchas iglesias. Eso es un descanso. Debemos poder adorar en paz”. Personalidad, personalidad... Bueno, pienso poder trabajar en eso. ‘Agresivo, testarudo, impaciente, orgulloso, volátil’. Puedo ver cómo estas partes pudieran servirme bien en la vida. Si puedo aprender a canalizar esa energía, ello pudiese ayudarme a sobrevivir. Aunque también pudiesen ocasionarme la muerte. No debo bajar la guardia. Marco Antonio Cáceres... debes cuidarte de tu lado oscuro. ‘Sentimental, cariñoso, expresivo, aventurero, curioso, valiente, espontáneo, generoso’. Bueno, bueno, estoy destinado a participar plenamente de la vida, saborear cada precioso momento. Una personalidad fuerte. Muchas gracias”. “Hmm, pienso si se me otorgarán algunos talentos especiales. Dios es muy avaro cuando se trata del tesoro de talentos. Siiiii, ¡tendré una gran voz! Con mi personalidad podré cantar. ¿Podré tocar la guitara también? Increíble. ¡Dos talentos! Oh, mi Dios... también tendré ritmo. ¡Podré bailar! El placer de la música. Jamás estaré aburrido en la vida”. “Bueno, bueno... ahora ¿qué estaré destinado a hacer con todas estas cosas buenas? Veamos... niñez. Hmm, suficientemente feliz. Dos hermanas menores. Liliana y María Marta. Familia unida. Toda comodidad. Muchas amistades. Popular. Siempre el centro de atención. Padre famoso... director de un hospital, pionero en el tratamiento de la tuberculosis. Tío poderoso... Presidente del país. Uh, oh, no muy buen alumno. Sí, demasiado consentido. Esto me perjudicará alguna vez. Siempre sucede. Y con mi temperamento y orgullo”. “Adolescencia, adolescencia... Oh, oh, padre muere muy temprano. La madre queda sola en la lucha. La realidad comienza a doler. Se me sale mi lado rebelde. Necesitando alguna disciplina, dirección, muchísimo. Oh no, no piloto. No hay futuro para ello en Honduras. Ah, gracias a Dios por los tíos. Especialmente por este tipo Manuel. Bueno, me puso en el camino recto. Siiii, ¡medicina! Esa será mi profesión. Una honorable misión, y de remate cirujano. Pero algo hace falta. Está este asunto del vacío que no puedo evitar. Necesitaré ayuda. Una buena mujer. ¡Eso es!” “Isabel, Sara Isabel Di Iorio. Hmm, mi esposa. Una esposa italiana. Entiendo que hacen muy buenas esposas. Y muy bella que es. Reina de esto y de lo otro. Competente, con dinero, excelente cocinera. Familia sólida. ¡Y yo seré su primer novio, además! Bien vale la pena haberla cortejado durante cuatro años. La Ceiba, 28 de Septiembre l956, un par de días en Tela... hecho. No pudiera ser mas feliz”. “Seguidamente... hijos. Debo tener alguien que continúe con la línea sanguínea. El primer hijo, primer hijo... Siiii, un varón! Sano, intacto. El apellido Cáceres sobrevivirá otra generación. Un honor... se llamará igual que yo. No puedo ser más feliz. Ah, gran cambio en mi carrera. Supongo que deberé aprender a hablar inglés. El dolor, la presión. Sería mucho más fácil quedarse en Honduras”. “Lexington, Kentucky. Hospital Escuela. Channingtown. St. Peter’s. Los Brooks, los Selbys. Lave. Buenos amigos, todas las oportunidades para triunfar. Hola... un segundo hijo. Otro varón, Víctor, Víctor Marcial... el nombre de sus dos abuelos. Saludable, completo. ¡Cuánta energía tiene este niño! La vida es buena... aparte de estas malditas úlceras. Hmm, un bonito y brillante carro convertible color rojo. Aquí vamos nuevamente... Norfolk, Virginia”. “Mi carrera comienza a brillar. La familia continúa creciendo. Pablo, Juan Pablo... en memoria de dos Papas. Dios anota unos cuantos puntos a mi favor. Casi demasiado bonito para ser varón. Saludable, intacto. El Sagrado Corazón, los Jiménez, los Schumanns, los apartamentos, Spotswood Avenue, Gosnold, Jefe de residentes. Ah, finalmente... una niña. La familia no sería completa sin una niña. María, María Isabel... en memoria de la Virgen y de mi esposa. Bella. Uh-oh, no muy saludable. Problema sanguíneo. Resuelto. Bien”.
“Emporia, los Everettes, Oakhill Drive, Center Street, la casa de nuestros sueños, Brunswick, Roanoke Rapids, Baker Village, los Portellas, los Cairns, los Austin, los Mercedes, los aviones, los barcos, la verdadera casa de nuestros sueños, tenis, natación, tiro al blanco, comuniones, confirmaciones, Europa, los cruceros, Fuzzy, Lupe, Hargrave, UNC, Richmond, Washington, premios, éxitos, dinero, reconocimientos, respeto, buena salud, una esposa sin edad, inteligente y que me brinda apoyo, hijos decentes, independientes y de mentes amplias, ¡Qué cosas! Parecen nunca acabar. Marco Cáceres... ¡estás destinado para ser un ser humano con mucha suerte! Y yo... yo soy un alma con mucha suerte”. “Muy bien, estoy listo. A nacer se ha dicho”. (Esta historia está dedicada a mi padre al cumplir los 60 años. Firma: Su primer hijo Marco). Julio l995
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