¿Qué contestaría usted a esta pregunta? ¿Se siente feliz de ser mujer?
Aunque yo creo que la mayoría de mujeres respondería afirmati-
vamente, hay todavía muchas que no son felices en su condición de
sexo débil. Yo categóricamente respondería “sí, me siento muy feliz de
ser mujer”. Sin embargo, no siempre fue así. Recuerdo mis años de
infancia en que resentía la libertad que le daban a mi hermano por ser
niño y que me limitaban a mí por ser niña. Gracias a Dios, después de
esa tierna etapa, a través de mi vida hasta ahora y en cada época
importante he tratado de vivir feliz.
En mi condición de mujer soltera hasta los 22 años, luego como
esposa y madre y finalmente como viuda, he sido bendita con mu-
chísimas bendiciones, realizaciones y satisfacciones. Mi agradecimiento
al Señor es eterno; nunca termino de darle gracias diariamente por
tantos regalos bellos que me ha dado. Esto no quiere decir que mi
existencia haya sido sólo dicha y alegría; he tenido variedad de
infortunios, enfermedades, desprecios, problemas económicos,
traiciones y desilusiones, como cualquier otra persona normal y co-
rriente. Claro que todo eso es parte de la vida, sufriendo nos parece-
mos a Cristo.
En honor a la mujer, por celebrarse su fiesta el día 25, voy a referirme
únicamente a mi vida en los últimos años.
Por lo general nos quejamos que después de la menopausia la mujer
pierde su feminidad. No, en absoluto; por el contrario la reencuentra.
Además, tiene más tiempo para hacer cosas que no podía hacer an-
tes. Aquí hay algunas sugerencias:
1) Trate de cambiar sus costumbres. Levántese más tarde en la
mañana. Asista a conciertos, reuniones y grupos con más frecuencia,
en especial si le llenan su espíritu. Cambie el orden de sus muebles,
busque novedades.
2) Haga una limpieza en su casa. Deseche libros, cartas, recuerdos,
chucherías, ropa, zapatos o cualquier otro artículo que no represente
ningún interés para usted y que pueda hacerle espacio para cosas
nuevas.
3) Dese el gusto de realizar aquello que no ha podido llevar a cabo
hasta ahora: un viaje a un lugar extraño, exótico; tomar un curso, un
año de estudios en cualquier materia que le atraiga; regalar algo a una
persona desconocida; tratar de ayudar más al pobre a nuestro
alrededor.
4) Conserve sus amistades viejas y busque otras nuevas. Siempre
tenemos necesidad de amigos. Intégrese a un grupo de iglesia para
cooperar y compartir con los demás.
5) Aparte espacios de tiempo para estar sola. Leer, oír música, hacer
trabajo manual, pintar, meditar y escuchar a Dios son cosas excelentes
para enriquecer nuestra existencia.
Mujer adulta, la vida vale la pena vivirse. Trate de saborear las alegrías
de cada edad y transmítalas a su alrededor... Siéntase siempre feliz
de ser mujer...
Enero 2004.
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