La historia del hombre hoy parece ser la de la violación fragante de sus derechos. Estamos a comienzos de un nuevo milenio, en el siglo XXI y todavía existen regiones en donde la dignidad humana es pisoteada habitualmente, países en los que la tortura, el encarcelamiento y los asesinatos en masa son el modo cotidiano de vida. Se comete genocidio en muchas partes del orbe, así como la segregación racial y el confinamiento de grupos marginados en barrios que carecen de las mínimas condiciones para una existencia digna. Todos conocemos los derechos de la infancia. Sabemos que los menores son los más vulnerables ante la pobreza, la violencia, la guerra, la discriminación... María Jesús Conde es asesora regional de Protección a la Infancia para UNICEF en América Latina y Caribe y ella declara “a todos nos conmueve ver a un bebé de un país pobre. Pero, ¿ante un chico joven pobre sentimos lo mismo? No. Si es un chico de la calle, si es un adolescente mal vestido, sucio, entonces que nos lo quiten de en medio, que él tendrá la culpa de ser violento, si lo es, o de robar, o de prostituirse. Hay una falta de empatía y solidaridad absolutas hacia la adolescencia pobre y marginada. Hay una percepción generalizada de que la violencia y la inseguridad la producen los jóvenes”. En Honduras, en los últimos cuatro años, han sido asesinados 2000 jóvenes menores de 18 años. En Guatemala, en el último año, han sido asesinados 1800 menores de 18 años. Los índices de criminalidad reflejan que la participación de los menores en actos delictivos es de un 7% con relación al total y los delitos que cometen no son contra la vida, generalmente. Paradójicamente y a pesar de esta situación, en nuestros países la educación es deficiente.
A la escuela primaria acude un 90% de los niños y las niñas. A la secundaria sólo el 50%. No hay oportunidades de empleo. No hay apoyo a las familias. Y ¿qué pueden hacer los jóvenes cuando no tienen verdaderas oportunidades de subsistencia, de llevar una vida decente, y solamente tienen que cruzar una calle, sin nada que los detenga, para encontrar dinero fácil y rápido? Cuando tienes hambre tienes hambre. Se necesitan 50 000 millones de dólares al año para combatir el hambre. Estados Unidos gasta cerca de 17 000 millones de dólares al año en mascotas, animales domésticos, comidas, aditamentos. Y qué decir de lo que gasta en la guerra contra Iraq. ¿Qué significa esto? Nosotros queremos escuelas, hospitales, viviendas, oportunidades de empleo, que es lo que quieren los jóvenes. Todos tenemos que abrirnos más, tenemos que abrir nuestros corazones, pero abrirlos mucho para poder ayudar a nuestra juventud pobre... Julio, 2005.
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