¿ES USTED TERMÓMETRO O TERMOSTATO?

“Un hombre sabio toma sus propias decisiones; un ignorante sigue que hilos invisibles lo hacen actuar como marioneta? ¿Qué personas influyen en sus decisiones o estados de ánimo: padres, maestros, hijos, amigos, jefes o pastores? ¿Se mantiene usted firme en sus convicciones? ¿Por qué no puede usted manejar ciertas situaciones como en realidad quisiera? Aunque parezca extraño, la mayoría de las personas actúan y cambian como el termómetro, es decir, que suben o bajan de acuerdo al medio en que se encuentran; o son como el camaleón que adapta su color según el ambiente que le rodea. Estos individuos no tienen control ni dominio de su vida o sus reacciones. Simplemente se dejan llevar por los demás y por las circunstancias. Su estado de ánimo varía de un momento a otro. No se atreven a ir contra la corriente. En cambio, hay hombres que se parecen a los termostatos. Son completamente diferentes a los de arriba, porque escogen su temperatura independientemente y mantienen el frío o el calor de acuerdo a sus propias decisiones. Estos definen sus metas o ideales en el camino y tratan de alcanzarlos. Son fieles a sus convicciones y darían hasta la vida, si fuera necesario, para defender su posición. ¿En cuál categoría se colocaría usted? ¿Qué se considera, un termómetro o un termostato? ¡Cuántas veces los jóvenes, especialmente, se dejan llevar por el ejemplo y presiones de sus amigos, para implicarse en actividades sexuales ilícitas, o empezar a drogarse, o pertenecer a pandillas, o usar armas de fuego, o robar y hasta matar! a opinión pública”. Proverbio chino. ¿Siente usted a veces que no puede controlar su vida? ¿Le parece

¡Cuántos muchachos son hoy presa de las drogas o enfermos de Sida o están en la cárcel, por culpa de decisiones incorrectas influenciadas por los demás! Pero debe recordarse que cada ser humano es responsable de sus hechos. No debe culparse a nadie de sus errores. Nadie puede obligarle a hacer algo que no quiere. Usted ha de escoger y decidir su futuro y la vida que tendrá. Usted debe ser el único hacedor de su destino, brillante o no. Para lograr tomar decisiones sabias, son importantes las siguientes reglas: 1) Confíe en sus padres, consejeros o personas maduras con criterios morales y espirituales reconocidos. Sea abierto y sincero con ellos para que puedan instruirle debidamente. Los padres aman a sus hijos desinteresadamente y desean lo mejor para ellos. 2) Tenga muchísimo cuidado al escoger sus amigos. El refrán que dice “dime con quien andas y te diré quién eres” tiene mucha validez. Los amigos pueden ser una bendición o maldición, dependiendo de su escogencia. Trate de ver más allá... las futuras consecuencias, su proyección en la sociedad. Si usted elige inteligentemente, sus amigos serán una fuerza positiva en su vida. 3) Estudie, trabaje, prepárese. No pierda el tiempo en disipaciones; aproveche en instruirse lo más que pueda; eso le dará solidez y confianza en sí mismo. Recuerde que Dios nos ha dado una orden: escoger libremente entre su camino y la vida abundante o el otro camino que lleva a la muerte. Usted debe escoger lo que le parezca mejor, pero todo lo que haga en los demás momentos de su vida tendrá relación con esa decisión suya. Por favor, elija bien, positivamente, y tendrá la oportunidad de ser colaborador en un mundo lleno de paz y felicidad. Sea fuerte, nade contra la corriente, manténgase firme en sus convicciones, no sea termómetro. Sea termostato. Septiembre 1995.