Mel Gibson, protagonista de películas taquilleras como “El
Patriota”, “Braveheart” y otras, vuelve a ser noticia. Esta
vez no trae un nuevo estreno sino que aporta una simple
guía de cómo educar a los niños basándose en su propia experiencia
después de 19 años de casado y con siete hijos
Gibson, conocido en Hollywood por su cristianismo y postura a fa-
vor de la vida, dio en una entrevista cinco consejos prácticos a los
padres que enfrentan, como él y su esposa Robyn Moore, la dura
tarea de educar niños. El pentálogo de Gibson, reproducido por “Vivir
en Familia”, comienza con la regla de oro:
1) “No dejar que los pequeños le pasen por encima”. Los chicos
crecen demasiado de prisa. En un abrir y cerrar de ojos dejan sus
pañales y están en el colegio. Disfrútelos cada minuto. Yo procuro
equilibrar mi trabajo con el tiempo para mi hogar, porque no quiero
levantarme una mañana y ver que perdí lo mejor de su infancia.
2) “Ser estricto y tierno”. A veces pienso que es imposible equilibrar
ambos aspectos. Tiene usted que ser firme y, al mismo tiempo,
debe dejar correr las leyes, recuerde que así era usted a esa edad.
Me pregunto a menudo: “¿He sido demasiado estricto? ¿Fui de-
masiado lejos?”. La culpa va de una mano a otra siendo padre.
3) “Hay que recordar que no hay reglas”. ¿Por qué nadie ha escrito
el libro de cómo ser padres perfectos? ¿Por qué no le envían a
una escuela para aprenderlo? ¿Por qué no hay tal lugar? Usted
hace las reglas a su medida. Pienso como me educaron mis pa-
dres... Hay cosas que las hago de un modo diferente y otras en
que trato de imitarlos. Pienso como crían nuestros amigos a sus
hijos. Y hago lo que siento que es correcto.
Nadie dice que sea fácil.
4) “Los niños son también personas”. ¿Cuántas veces comencé
con un castigo, pero en seguida me ablandé, especialmente con
mis hijos mayores? Seguro que quiero apartarlos de los errores
que cometí. Pero sólo puedo darles fundamentos o razones para
que ellos mismos construyan su camino.
5) “Tener siempre una puerta abierta”. Mis hijos pueden hablarme
sobre cualquier tema, en cualquier momento. Estoy seguro de que
esto lo saben. Quiero que sientan que, si están con problemas, su
padre es su mejor amigo y el que les puede ayudar mejor. No
importa que el problema sea grande. A veces me sorprenden las
cosas que saben siendo tan jóvenes, y lo que atrae su curiosidad.
Ningún tema tiene límites. Procuro ser honesto con ellos y me lo
retribuyen.
Esta no es la primera vez que Gibson habla a favor de la familia.
Hace años afirmó estar orgulloso de ser cristiano y de tener una familia
numerosa: “Siempre doy gracias a Dios por mi buena suerte, por tener
fe en Él y por poder disfrutar de una familia estupenda”.
Gibson, procedente de una familia de once hermanos, entiende que
“hoy día la gente se ahoga en un vaso de agua con respecto a los hijos.
Si usted puede mantenerlos y educarlos, ¿por qué no tenerlos? Todo
eso de la superpoblación es una excusa absurda en Occidente, porque
aquí ocurre todo lo contrario: cada vez se tienen menos niños”. Y a
quienes creen lo contrario recomienda que “den un vistazo a los índices
demográficos a ver si cambian de opinión”.
Noviembre, 2001.
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