COMBATE A LA MORTALIDAD
Actualizado: 9 sept 2021
De los 10 millones de niños ––menores de cinco años–– que mueren anualmente en todo el mundo, dos millones lo hacen durante el primer día de nacimiento. Este es el periodo más peligroso. El continente americano consiguió reducir la tasa de mortalidad de los recién nacidos en 40% y debe gran parte de ese progreso a América Latina, donde seis naciones tuvieron reducciones de un 50% o más. Los nuevos datos integran el séptimo informe anual de la organización británica Save the Children, titulado “Estado de las Madres del Mundo”. En América Latina una de cada cinco madres ya tuvo el dolor de perder a un hijo recién nacido. Actualmente, la tasa total de mortalidad en recién nacidos es de tres cada 250 nacimientos. Entre los países latinoamericanos los más seguros para tener un hijo son: Costa Rica, Chile, Argentina, Uruguay, Colombia, México, Cuba, Ecuador, Venezuela, Paraguay y Brasil. Seis naciones latinoamericanas ––Colombia, México (14 muertes/ mil nacimientos), Brasil Nicaragua y Perú (16/mil) y Guatemala (20/ mil)–– fueron elogiadas en el Informe por realizar un trabajo “admirable en la mejora de la salud y salvando vidas de madres y bebés, a pesar de disponer de recursos limitados”. El informe revela que a 10 naciones corresponde más de los dos tercios del total de muertes de bebés en el mundo. El mayor número de fallecimientos se da en India (más de un millón), seguida por China (416 000), países que poseen las mayores poblaciones mundiales. Pero no todo es positivo. La parte más triste de un mundo cada vez más globalizado fue puesta de relieve en dos informes, uno sobre el tráfico de seres humanos y el otro sobre el comercio internacional de drogas. El estudio identifica 127 países de origen, 98 de tránsito y 137 de destino implicados en el tráfico de personas.
También revela que los intentos de combatir el tráfico se ven obstaculizados por la falta de datos exactos, en parte porque los países no reconocen que el problema les afecte. “Es extremadamente difícil establecer cuántas víctimas hay puesto que el nivel de información varía de forma considerable, pero el número seguramente alcanza varios millones... Debería avergonzarnos a todos el hecho de que esta forma de esclavitud todavía exista en el siglo XXI”. El tráfico para explotación sexual es el tipo de abuso del que más se suele informar. La explotación sexual es especialmente notable en Europa central y del Este. La plaga de las víctimas de trabajo forzado ha recibido menos atención y, observa la Oficina de Naciones Unidas sobre Droga y Crimen, su identificación ha tenido incluso menos éxito que en el caso de la explotación sexual. Diciembre, 2007.