Yo quisiera tener un país próspero y rico, con bajos índices de
corrupción, desempleo, analfabetismo, pobreza y violencia.
Me encantaría que Honduras fuese una nación llena de per-
sonas alegres, productivas, honestas, tolerantes, generosas y auténticas.
Desearía que nuestra patria fuera un oasis de paz, trabajo, desarrollo
económico, salarios justos y con todos los hondureños preocupados
por engrandecerla.
Cuando comparamos diferentes países notamos que algunos se dis-
tinguen por sus riquezas naturales, por la laboriosidad de los ciudada-
nos, por la seguridad de la propiedad privada, por las bellezas vírgenes,
por el modernismo en comunicaciones, viviendas y edificios, por la
atención esmerada a los visitantes, por la calidad de los profesionales,
en fin, sobresalen en algo, son mejores que los demás en determinadas
áreas.
¿Qué cualidades tenemos nosotros? ¿En qué nos distinguimos de
los demás países? Hagamos un rápido examen de bondades:
a) El pueblo es por excelencia generoso y hospitalario. Los extranjeros pronto
hallan calor humano, condiciones fáciles de vida material y se quedan
en estas tierras.
b) Honduras tiene muchos parajes preciosos, variedad
de climas, playas fabulosas, montañas majestuosas, maderas de color
apetecidas y ruinas históricas impresionantes.
c) Los hondureños son tranquilos, serviciales, leales y piadosos.
Pero esto no es suficiente, veamos ahora que no tenemos:
a) Estructuras suficientes y adecuadas para promover el turismo internacional.
b) Mano de obra calificada para trabajos corrientes y específicos.
c) Empresa privada ni audaz ni dominante.
d) Gobiernos progresistas realmente interesados en mejorar a Honduras, con planes de desarrollo a corto, mediano y largo plazo.
e) Líderes en todos los sectores (social, económico y religioso) con visión futurista e idealista para engrandecer a este país.
f) Valentía, firme determinación y deseo fervoroso por lograr el cre-
cimiento y la bonanza de la república.
g) Educación adecuada.
h) Verdadero patriotismo y amor a la patria (miremos a los mejicanos y a los
estadounidenses cómo sirven y mueren por su tierra). Podríamos
seguir...
En varias ocasiones me he referido a este tema, a la urgencia de
mejorar a este país, porque amo a Honduras, me preocupo por ella y
quisiera verla como la mejor de las naciones. También he dicho que
este trabajo debe ser compartido, es una tarea para realizarla entre
todos los sectores, con unidad, planeamiento y por todo el tiempo que
sea necesario. ¿Amamos realmente a Honduras? ¿Qué hacemos para
engrandecerla?
En donde estemos esforcémonos por hacerla próspera...
Septiembre, 2006.
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