Muchas veces mis lectores preguntan sobre mi vida, así que hoy
comentaré algo sobre mí misma. Soy una mujer viuda desde
hace cinco años. Sentí muchísimo la partida de mi esposo. Estuvimos
casados más de 40 años y podría decir que tuvimos una relación bas-
tante armoniosa y feliz. De esa unión nacieron cinco hijos, tres mujeres
y dos varones. Todos están casados, excepto Juan, y de los cuatro
casados tengo 17 nietos.
Como todos los abuelos, disfruto enormemente a mis nietos, me llenan
de contento y de satisfacción, son mis compañeros y mis amigos; puedo
platicar con ellos de casi todos los temas y mi deseo más grande es
verlos convertidos en personas útiles a la sociedad, trabajando y sir-
viendo como individuos responsables y cristianos.
El trabajo para mí ha sido muy importante y esto lo heredé de mis
padres, quienes nos inculcaron la satisfacción de trabajar bien con
orgullo y salir delante de cualquier problema por muy difícil que pa-
reciera. Así que toda mi vida he trabajado y lo seguiré haciendo hasta
mis últimos días, con alegría y entusiasmo.
Soy una persona muy optimista, me encanta la vida, la disfruto
enormemente a pesar de los nubarrones negros que amenazan nuestra
paz interior. Siempre pienso que vendrán días dorados, cuando el mundo
será el paraíso que existió al comienzo de la creación. Además soy
muy sociable, amo a las personas y aprendo de ellas, cada una es un
mundo.
Mi formación académica la hice entre la escuela “Esteban Guardiola”
de La Lima, la Misión Evangélica de San Pedro Sula y el “Sagrado
Corazón” de Tegucigalpa. La Licenciatura en Periodismo la obtuve en
la Universidad Privada de San Pedro Sula y el Diplomado Teológico
en la Universidad Católica, también de San Pedro Sula.
Soy una fiel creyente cristiana, con prácticas de oración y meditación,
y esa condición hace la diferencia en mi vida, en mis relaciones y en
mis actividades. Me gusta servir, hacer feliz a las gentes, llevarlas a
amar y conocer a nuestro Dios amorosísimo y todopoderoso. La vida
no tiene sentido, ni razón de ser, si no la centramos en nuestro Creador,
dador de nuestras vidas y de todo lo que acontece en el Universo.
Soy una mujer feliz... Gracias a Dios...
Febrero 2007.
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