Unos 48 645 estudiantes (61.2%) de la Universidad Nacional
Autónoma de Honduras (UNAH) tienen un rendimiento académico por debajo del 60%, lo que ha generado una pérdida de más
de L. 480 000.oo por año. Estas cifras aterradoras, catastróficas, las
publicó recientemente Diario Tiempo, según el informe del Plan General de Transformación de la UNAH que la Comisión de Transición
(CT) entregó a los jefes de las cinco bancadas del Congreso Nacional.
Según este informe, el rendimiento académico en el año 2004 es el
siguiente: 48 645 estudiantes están por debajo del 60%; 30 775 alumnos salen con índices superiores al 60%; 4693 estudiantes alcanzan el
89% y 821 únicamente están entre 90 y 100%. El número de reprobados es una especie de huracán que hay que buscar cómo prevenir.
La UNAH necesita cambios profundos, para lo cual se ocupará el
concurso de todos los sectores de la sociedad, dijo el Diputado Olbin
Rodríguez.
La pregunta que cabe aquí plantearse es ¿qué hacen los catedráticos
y los alumnos para arrastrar tal cantidad de aplazados? Parece que
ningún grupo está cumpliendo su labor: ¿serán los profesores que no
son capacitados y no se entregan de lleno a su trabajo, o serán los
estudiantes que no están aprovechando o son de bajo coeficiente intelectual? En cualquier caso, hay que cambiar esta situación y presentar
opciones de solución. Es una vergüenza y da mucha tristeza, especialmente porque se trata de nuestra juventud que no está saliendo preparada para enfrentar la dura competencia en este siglo XXI.
La Comisión de Transición estuvo encabezada por su presidente
Jorge Haddad y lo acompañaron además Armando Euceda y Juan
Arnaldo Hernández, entre otros miembros.
El plan se propone generar un compromiso y confianza en la
comunidad universitaria y la sociedad de que el cambio es posible.
El programa pretende identificar las necesidades de recursos y
posibles fuentes de apoyo y proponer estrategias de instrumentación
de la reforma. Asimismo, se proyecta formar un profesional que logre
desarrollar su capacidad creadora y emprendedora para superarse
individual y colectivamente, contribuyendo con ello a forjar una nueva
realidad económica y social en Honduras.
Es urgente la necesidad de revisar la autonomía universitaria, pues en
realidad se ignora lo que quiere decir ese concepto, dijo Haddad. En
cambio, se podría acuñar el nuevo término de autonomía con
responsabilidad que obligue a los estudiantes a sumarse a un esfuerzo
y no esperar notas regaladas. Lo importante es que la escogencia de
todo el personal ya no será por imposición de los partidos políticos,
sino por concurso.
Octubre 2005.
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